domingo, 4 de octubre de 2009

La Raza Cochina


Nabil Abuhadba Sarras, el rey del shawarma:

“Los coreanos son una raza cochina”

Un pequeño local, en la esquina de Eusebio Lillo con El Manzano alberga al primer paisano que llegó a Patronato. “El Rinconcito de Nabil” es una excelente picada para los que quieran comida árabe rica y barata, pero el peor lugar para cualquier persona con los ojos rasgados.


¿Por qué llegó a Chile?


Me vine, porque Chile es como Palestina. Gente amable, el mismo clima, trabajo. Somos la comunidad más grande de inmigrantes y me agrada vivir con mi gente acá.


¿Cuanto tiempo lleva en el país?


Llegué el año 81 a vivir. Puse el primer restorán de comida árabe en Patronato, después salieron todos los demás. Yo ayudé a llegar y establecerse todos los demás paisanos que tiene restoranes por aquí cerca. Llegaron con puras dulcerías y ahora venden de todo.


¿Le han quitado clientela?


No, pero da rabia porque se agrandaron y se olvidaron de quien les tendió una mano. Mire aquí la gente viene solita, porque saben que el local no es muy grande, pero es la mejor comida árabe de todo Patronato. Además los atiendo yo. Nabil cocina, atiende, se paga, compra, hace de todo. A la gente le gusta la atención personalizada.


¿Pero aquí lo veo acompañado?


Ah bueno. Desde hace cinco años mi amigo Alfredo Tabja, me acompaña en el local. Pero más que come que lo que ayuda…. (Ambos paisanos ríen).


¿Cómo se ha adaptado al país?


Cuando llegué lo único que sabía decir era conchetumadre, por lo que tuve muchos problemas en un primer momento, me agarraba a combos siempre. Más encima a mi me gusta el fútbol y lo primero que conocí fue el estadio del equipo de mis amores, de mi tierra. (Apunta a una bandera del club deportivo Palestino S.A. que hay tras la espalda de Alfredo)


¿Me imagino que entonces va todos los domingos a alentar a su equipo?


Antes, ahora estoy muy viejo y aparte no es como años atrás. Fui jefe de barra por seis años. Íbamos para todos lados con “Los paisanos”. De hecho tengo cuatro dedos quebrados de la mano derecha, tanto pegarle a los colocolinos y a los de la “Chile”. Antes todo se arreglaba a combos, ahora uno va al estadio a ver un partido con esos equipos y te acuchillan. Todo está muy peligroso ahora.


La raza maldita


¿Qué es lo que le gusta de Patronato?


Me gusta la tranquilidad de acá. Me gusta atender mi local, que la gente venga a comer a donde Nabil, soy feliz haciendo esto. Hace un tiempo tuve cerrado el local cuatro meses. Me quebré la pierna y no podía venir a trabajar, estaba como loco en la casa.


¿Qué ha cambiado en el barrio desde que usted llegó?


Bueno, se ve harto “pato malo”, aunque igual ha disminuido un poco la delincuencia, los pacos andan todo el día dando vueltas. De todas maneras, lo más incomodo que ha ocurrido el último tiempo es la llegada de los coreanos.


¿Por qué?


Porque los coreanos son una raza cochina, una raza maricona. Venden barato y malo y no le dan opción a la gente decente de vender su buen producto. Nadie puede competir con ellos. Cuando es invierno allá, que es verano acá, van a comprar y traen a precio “huevo”. Ahora les dio con vender su comida, pero la comida de ellos nunca va a competir a la comida paisana, no hay donde perderse.

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